El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA): Áreas de oportunidad a considerar
Como hemos hablado con anterioridad, el INEA se encarga de proveer educación a adultos a través de diferentes programas que tienen como base principios andragógicos. Sin embargo, han sido múltiples las investigaciones que se han hecho al respecto, sobre los resultados que ha tenido a lo largo de los años utilizando su modelo establecido.
A continuación se muestran algunos puntos mencionados por la UNAM en cuanto al análisis de la efecitivad del INEA en su campo de acción:
La capacidad de atención del INEA a su población objetivo es muy limitada. En los últimos cuatro años sólo ha podido atender anualmente a una proporción de jóvenes y adultos que va de 7 a 10% de la demanda real, es decir, la población escolar que está registrada en algún programa del instituto, y que no necesariamente obtiene un certificado.
Específicamente en 2010, el instituto atendió, sin necesariamente certificar, a 1.2 millones de personas en rezago que representansólo 6% de su demanda real. De acuerdo con la tendencia inercial, sólo saldrán del rezago educativo, en el mejor de los casos, entre 350 mil y 400 mil personas al año: los que gradúe el INEA, los que fallecen o los que salen del país.
No existe un sistema para dar seguimiento a las recomendaciones de las evaluaciones ni para comunicarlas a los funcionarios de las entidades federativas.
Si bien existe vinculación y contactos con otras instituciones y programas gubernamentales, éstos no han sido cabalmente aprovechados para mejorar la cobertura del programa.
En cuanto a la planificación de sus servicios, no existen procedimientos estandarizados para la promoción de los servicios del INEA y para la atracción de sus solicitantes. Por ello, las decisiones sobre a qué grupos dirigir la promoción pueden depender de factores casuísticos y circunstanciales.
Existe una escasa permanencia laboral de los asesores, lo que limita su conocimiento del MEVYT (Modelo Educación para la Vida y el Trabajo), así como los beneficios de su capacitación.
No se cuenta con una evaluación a profundidad del impacto del Modelo Educación para la Vida y el Trabajo (MEVYT) en la formación de competencias para la vida y el trabajo, ni de sus efectos sobre el bienestar de los educandos.
No se realiza un seguimiento a las personas registradas inactivas, por lo que se carece de información valiosa para entender los motivos de su inactividad.
El programa carece de análisis de costo-beneficio de sus servicios, diferenciados por estrategia y tipo de población.
El INEA como institución pública no escapa a las contradicciones que supone el funcionamiento de una institución de Estado que debe cumplir una función que, de antemano, rebasa sus posibilidades; sin embargo, debe justificar su gestión y acción ante una tarea difícil, compleja, pero no imposible. Para avanzar consistentemente en su misión encomendada, habría que empezar por aceptar evaluaciones externas y, desde luego, ejercer la autocrítica.
Obtenido de:
http://www.planeducativonacional.unam.mx/CAP_05/Text/05_07a.html.